El pasado martes nuestra ciudad capital se despertó con la noticia de que el Consejo Técnico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), decidió autorizar la edificación de un hospital general de 72 camas en la ciudad capital del estado.
La noticia, que en otros tiempos nada de raro o misterioso tendría, se reviste hoy de especulaciones y sospechas de movimientos o partidas envueltas en la penumbra del maniqueísmo reinante de la política nacional, ya que el ejercicio del presupuesto y las asignaciones de obra se han visto sometidos al condicionamiento convenenciero y manipulador de los intereses de la federación, por lo que parece lógico pensar que esta buena noticia proviene de negociaciones, acuerdos o trueques políticos.
Sin lugar a dudas que la postura de Alejandro Navarro, como reclamante acérrimo y posterior gestor de la edificación hospitalaria en la capital, es meritoria y deja ver sus cualidades técnico-burocráticas para la atracción de recursos en favor de la ciudad, pero también es ilustrativa de los acercamientos y convenios con algunas figuras de la 4t.
Pensar ingenuamente que la decisión de construir un hospital general de tal dimensión en la ciudad capital del único estado que no ha caído en los brazos de Morena fue producto de la buena suerte, sería tanto como creer que Marcelo Ebrard incorporó a Navarro en el grupo selecto que acudió el mes pasado a Estados Unidos en gira internacional sólo por buena onda y pura casualidad, o que la romántica cartita que el alcalde le envió a López Obrador en una de las últimas visitas de éste al estado no tuvo impacto.
La indiscutible eficiencia negociadora de nuestro flamante alcalde incluso rompió récord en los tiempos exageradamente lentos de la burocracia federal, pues habiendo ingresado el expediente el pasado 15 de marzo y haber firmado el último documento requisito el 24 del mismo mes, en acción ultrarrápida el Consejo Técnico del IMSS resolvió el 28, prácticamente en 3 días, ¡¡¡en 3 días resolvió!!! Y justo después de la gira con Ebrard
Así las cosas, la plantilla de derechohabientes del IMSS en nuestra ciudad hoy debe estar muy agradecido con su alcalde Alejandro Navarro, a pesar de las viscerales posturas de la siempre efusiva regidora y única voz de Morena en el Cabildo Paloma Robles, pues pronto podrán disfrutar del servicio médico de primera que siempre se les ha negado.
Esperemos que de la firma del acuerdo de autorización y el corte del listón inaugural no se nos caiga la sopa y todo quede como promesa incumplida. Asimismo, no perder de vista este tipo de hechos, pues sorpresas electorales camino al 2024 muchas habremos de ver, que el PAN encienda las alertas pues puede perder algunos activos y Morena conquistar el rancho del milagrito.