Este fin de semana ha sido por demás candente para la política nacional y de manera contundente para nuestro estado, pues surge la iniciativa de consolidar la creación de un nuevo partido político cuya organización y logística estará a cargo del hombre que edificó en Guanajuato al PAN de nuestros días: Juan Manuel Oliva Ramírez.
Sin lugar a duda que, este acontecimiento viene a trastocar los cimientos del partido que desde 1991 gobierna en Guanajuato y que hoy navega entre la ilegalidad y el litigio institucional de su jerarquía interna, pues pesa sobre él una disposición del TEEG que invalida la elección de su dirigencia estatal, y ahora el litigio sube de tono cuando la Sala Monterrey dispone la restitución “sin discusión ni atención a las causas demandadas” de los cargos otorgados por un Consejo Estatal a modo. Dura será la pelea jurídica por el control partidario que el hidalguense Charly Alcántara quiere mantener en el PAN Guanajuato.
Contrastante también la iniciativa imputada a organismos conservadores y a la ultraconservadora cofradía mítica del Yunque, considerando que la administración de Libia Denisse García, no acaba de prender ni de dar forma al Nuevo Comienzo que ya ha sufrido estragos por incompetencia o malas intenciones de subalternos rebeldes que, desde una subsecretaría de la SEG, mantiene latente un conflicto magisterial incomprensible y que exhibe a la misma gobernadora con asunción de culpas sin sentido, aunado al ruido en inseguridad que una estrategia denominada CONFIA al parecer no ha podido contener, pues ha resultado tan inoperante y carente de Inteligencia Anticriminal que sólo tiene como respuesta un armado de carpetas de investigación de masacres y asesinatos que se pierden en el silencio y el paso del tiempo.
Indiscutiblemente que con la aparición de competencia tan seria y formal desde las mismas entrañas del PAN, el agotamiento de un partido extraviado en sus principios y valores, cuestionado por muchos de sus militantes de que rige su vida institucional enarbolando banderas antidemocráticas y que mantiene a la militancia callada y sometida a caprichos y codicias personales, se postrará entre la espada y la pared del volver a sus causas originales o extinguirse por el abandono de quienes decidan emigrar por no encontrar en él una opción democrática ni como baluarte del bien común y de la dignidad social y humana. Bajo este mismo contexto el Gobierno del Estado estará obligado a activar de inmediato sus salas de crisis, incorporando a verdaderos analistas políticos y visionarios del ejercicio gubernamental que sepan contener y negociar alternativas, para que a Libia no se le escurra entre los dedos la oportunidad de ser un referente histórico de transición efectiva hacia la nueva era humanista de la derecha política, pues corre el riesgo de quedarse sin partido en 2027 y sin gobierno en 2030.
Un partido de la dimensión de México Republicano, no es chiste ni riesgo menor, pues amenaza con arrebatarle al PAN sus banderas esenciales e históricas y atraer todas las voces y sectores sociales abandonados por éste, como empresarios, iglesias, demócratas, comerciantes y universitarios entre otros. Además, estará apoyado y conformado por grupos y organizaciones significativas en la vida pública, social y política del estado y del país, sin menospreciar las coincidencias ideológicas y el apoyo internacional que recibirá de la nueva corriente de la derecha radical del capitalismo norteamericano, que gobernará en Estados Unidos encabezado por Donald Trump a partir del 20 de enero de 2025.
Severas crisis políticas se ciernen sobre Guanajuato, pues nuevos contrapesos amenazan con seria escisión a un PAN gobernado por una dirigencia estatal, al decir de voces internas, estigmatizada y sorda que no ha sabido escuchar ni respetar a su militancia. Esperemos asimismo que los nuevos aires políticos fortalezcan a Libia Denisse para que investida como política disruptiva levante la bandera libertaria de un gobierno progresista ejemplo y esperanza del México anhelado.
Alguien quiere encender la antorcha insurgente, muchas alhóndigas habrán de fortificar sus puertas para no ser arrasadas.