Deslizándose magistralmente en el escenario de la danza artística, al incorporarse a la agenda de eventos del icónico, renovado y reinaugurado Teatro Juárez, la célebre bailarina y coreógrafa Mariella Messina, lanza su más reciente obra “Café Charmat, el hombre en frac”, que se presentará en este maravilloso y elegante auditorio este 15 y 16 de diciembre, con altas expectativas de trascendencia en el fomento de las artes escénicas y una muy estimulante inyección de cultura de alto impacto.
Con eventos de esta magnitud, se fortalece vigorosamente la vocación trascendente de Guanajuato como Ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad y resuena imperiosa la necesidad de un proyecto que siembre en esta Capital Cultural de América, los diversos manantiales donde germinen talentos artísticos que den vida al legado histórico heredado.
Bajo el contexto del tiempo de la mujer, justo es recordar a quienes como Mariella Messina se forjaron al margen de privilegios sociales, venciendo las adversidades con trabajo, dedicación y talento, con entrega y vocación.
Mariella Messina, es una distinguida expositora y promotora cultural del ballet de estilo neoclásico, identificado como el puente entre el ballet clásico y el ballet moderno, aprendido del mismo creador del Método Balanchine y una de las figuras capitales del ballet del siglo XX, George Balanchine, bajo cuya dirección participó en varias puestas en escena.
“Mariella es una bailarina, profesora y coreógrafa italiana con una trayectoria impresionante en el mundo de la danza. Ha sido parte de la prestigiosa compañía del ‘Teatro San Carlo’ en Nápoles y ha interpretado papeles principales en ballets icónicos bajo la dirección de legendarios coreógrafos como George Balanchine. Su talento y pasión la han llevado a compartir escenario con los primeros bailarines de compañías de renombre. Ha dejado una marca indeleble como coreógrafa y ha presentado sus obras en escenarios internacionales”, según consigna su semblanza oficial.
Sin embargo, bajo esta estela de virtud y de talento cohabita asimismo una persona cuya sensibilidad nos comparte en sus obras una visión casi escatológica del devenir de la humanidad: el encuentro de la vacuedad del ser y la muerte como destino ineludible. Así, y de manera sutil, Mariella Messina en su etapa de creadora y coreógrafa nos deja imaginarla como la chica italiana entusiasta, de firmes convicciones y pasión existencial por la danza, apareciendo tras la silueta de una bailarina excepcional atrapada en una trama extraordinaria del frac que viste un gran vacío existencial.
Al margen de lo que la moda política ha dado en definir como el tiempo de las mujeres, así como de los privilegios de la ley que asegura participación preferencial para éstas en la mayoría de los aspectos de la vida pública, en el marco conmemorativo en que nuestro estado celebra 200 años de vida como entidad libre y soberana, el nombre de una silueta majestuosa aparece en el mundo artístico y cultural aderezando los festejos oficiales: Mariella Messina, la bailarina y coreógrafa trascendente, la mujer disruptiva y divergente, la mujer que transformó el ballet en poesía musical del destino.
Hoy la sociedad culta de la ciudad capital tiene la oportunidad de disfrutar de una magnífica obra dancística y las instancias culturales del Estado y Municipio de gestar con Mariella Messina la Compañía Guanajuatense de ballet, herencia pendiente de 51 años de FIC, enhorabuena para la cultura y el arte.