Ante los escenarios que se van configurando en las definiciones político partidistas rumbo a las elecciones del 2024, el partido que más posibilidades reales tiene de ganar la gubernatura, la mayoría en el Congreso del Estado y las alcaldías, hoy se enfrenta confundido a su peor enemigo: la soberbia de sí mismo.
Aunado a los indicios que la arrogancia, altivez, vanidad y prepotencia que da la permanencia por casi 32 años en el ejercicio del poder político, hoy el PAN enfrenta a su peor enemigo gestado desde las mismas entrañas de su ser. Hoy las luchas intestinas, que preparan bajo la mesa sus grupos internos en la búsqueda del poder, comienzan a cimbrar la unidad tan necesaria para enfrentar al mayor peligro que México y Guanajuato tienen enfrente en las figuras de Amo y su partido.
Ahora la hegemonía partidista que gobierna el estado de Guanajuato denota indicios de fracturas serias al no respetar los ciclos naturales que desde hace más de 3 décadas han venido imperando en el ejercicio del poder desde el Palacio de Gobierno de Paseo de Presa: terminar la administración y respetar el arribo del siguiente grupo. La soberbia y el agandalle habían sido controlados hasta sus niveles regulares de tolerancia interpartidista, pero ahora quienes gobiernan tras Diego Sinhue se aferran a la permanencia en el poder abusando de los cargos que ocupan, sin pensar en el daño colateral que le ocasionarán al partido que les permitió llegar ahí.
Resulta inaudito que se quiera controlar todo proceso preelectoral pasando por encima de los principios y valores fundacionales del Acción Nacional, manipulando estructuras, hostigando aspirantes y acallando voces críticas, pero sobre todo faltando al respeto a su militancia y a las estructuras vertebrales que le sostienen. Hoy el dilema existencial del PAN se debate entre volver a la vivencia de sus principios, usos y costumbres o ser sometido por el manipuleo soberbio del grupo en el poder; entre la sobrevivencia o la extinción por sus propias convulsiones.
Para enfrentar con éxito el proceso electoral venidero, la dirigencia estatal del partido necesita deslindar sus procesos de los intereses de la estructura de gobierno, aceptar que su destino y misión trascienden a una administración que concluye y partirá al retiro en septiembre del 2024, que sus aspirantes femeninas, y las masculinas que aún quedan como el senador Erandi Bermúdez, merecen respeto a su dignidad personal y a sus derechos político-partidistas.
Finalmente sería conveniente que se considerara que: las capacidades y fortalezas de Libia Dennise García están más allá del ofensivo papel de discapacidad intelectual y política al que la somete el abuso de la función pública que todo le da, o el manipuleo cual cargada partidista de las estructuras tendidas especialmente para homenajearla cual caudillo o mesías falaz; que Alejandra Gutiérrez ha realizado un inteligente desempeño preparando a la ciudad de León para el salto cuántico al futuro y el progreso, que es competente y capaz para contender por la gubernatura sin las amenazas coercitivas de quitarle el derecho ganado a pulso de mínimo ser reelegida como alcaldesa; Que la senadora Alejandra “la Güera” Reinoso ha demostrado valentía capacidad y visión legislativa, además de la enorme trayectoria y experiencia para aspirar a ser gobernadora sin el menosprecio institucional ni el cierre de puertas promocionales a que tiene derecho; que la determinación y dignidad política y personal manifestada por el senador Erandi Bermúdez, en pleno derecho a la resistencia ante medidas discriminatorias e ilegales que carecen de un mandato colegiado institucional sobre género y metodología de la candidatura, merece todo el respeto y admiración del panismo y la sociedad misma sin el acoso y hostigamiento sutil atemorizante.
De igual forma el CDE y su presidente Eduardo López Mares, la silla vacía de la Secretaría General del partido por ajuste de cuentas políticas internas, y quizá sus consejos Político y de “la Sabiduría”, tendrán la obligación de sopesar los escenarios convulsivos que se ciernen sobre el partido y sus réplicas en los distritos locales y federales, así como en los municipios, lo que puede detonar peligrosamente en una serie o cadena de conflictos. Asimismo, merecen respeto sus liderazgos y grupos internos, sus gurúes y sus segmentos doctrinarios, las alertas están encendidas: ser o prepararse para dejar de ser…