Desde principios de marzo congresistas de Estados Unidos hicieron públicas las intenciones de comenzar una cacería de criminales ligados al narco, amenazando con catalogar como “terroristas” a los diferentes cárteles que dominan amplios territorios en nuestro suelo patrio. Este tipo de acciones surgieron como respuesta al secuestro de 4 turistas norteamericanos en Matamoros.
Asimismo, las acusaciones e iniciativas se correlacionaron para contener el tráfico del mortal fentanilo que ha invadido a los jóvenes del país del norte. A partir de esos momentos ya los republicanos del Congreso Estadunidense configuraban lo que más tarde el gobierno de Joe Biden dejaría al descubierto, que con base en información detallada por agentes infiltrados, el fentanilo sí se produce en México y es enviado a Estados Unidos en lotes de más de medio millón de pastillas puestos en el mercado de las drogas, por lo que emprenderían acciones para llevar ante la justicia a los descendientes del Chapo Guzmán.
En este contexto la reacción del gobierno mexicano ha sido con su clásica negativa y encubrimiento bajo mentiras y amenazas, ya en marzo ante los calificativos de los congresistas Amlo había calificado las expresiones de los políticos yankees como una ofensa al pueblo de México y una falta de respeto a nuestra soberanía, adjudicando las acciones criminales a los factores de seguridad nacional y tratándolas cual si fueran un bien de la patria.
Ahora este fin de semana la reacción del presidente fue más escandalosa y agresiva, hasta el grado de convocar a la defensa patria en caso de que las fuerzas militares estadunidenses ingresaran a territorio nacional, arriesgando la seguridad e integridad de los ciudadanos comunes y corrientes ante una posible guerra del absurdo demencial del habitante de palacio, que pone la defensa de criminales por encima de la población civil que nada tiene que ver con el problema.
Sin embargo, estas posturas le brindan la oportunidad a los enajenados de la 4t y defensores de la peor administración federal, para que se enlisten y formen el ejército transformador que se enfrente al ejército más poderoso del mundo, bueno igual todos sabemos que sólo será un arrebato más que los gringos arreglarán con un jalón de orejas al gobierno más corrupto que México ha tenido. Grandes sorpresas nos esperan antes de las elecciones del 2024, pero el precio será terrible con un gobierno indolente y sometido.