Ajustes en la terna femenina del PAN, crece la expectativa.
Tras el anuncio de Marko Cortés, en torno a la determinación de que en nuestro estado tendremos gobernadora, apareció inmediatamente la tarjeta de cambio de jugadora en la terna de aspirantes femeninas: sale Lorena Alfaro y entra Alejandra Reynoso.
A partir de ya el escenario político y las expectativas sucesorias del partido en el poder emprendieron el vuelo hacia una contienda imaginaria muy sutil, la cual comienza a dibujar el perfil de las fuerzas ocultas, algunas nada discretas, que preparan sus mejores estrategias para abordar la ruta, que traerá como consecuencia el ascenso de la mano femenina al control del poder ejecutivo en el 2024.
Ahora la pre-contienda panista entra en su fase definitoria y el juego de fuerzas internas en su versión crucial, pues la etapa de los rounds de sombra y el juego en solitario de Alejandra Gutiérrez y Libia Denise García Muñozledo deberá transitar a la verdadera contienda que habrá de decantar en la conquista de la candidatura oficial. Con la llegada de “La güera Reynoso” a la terna selectiva, terminan las aspiraciones tersas e ilusiones placenteras de dos participantes privilegiadas por la oportunidad y la gracia política.
La contienda interna comenzará a escalar y la hora de la verdad para los equipos de Gutiérrez y García tendrán el reto de enfrentar la realidad, atrás deberán quedar las posiciones afortunadas de la disposición de equipos, recursos y medios que como funcionarias públicas podían usar a discreción para configurar una imagen de trabajo que les identificara con la sociedad, ahora sí a demostrar que no hacen falta cargadas, ni escenarios simulados o presídiums a modo para proyectar la personalidad, trayectoria y capacidad necesarios para obtener la ansiada candidatura.
Así las cosas y ya con terna de lujo, aunque aún sin definición del método electivo, el arribo de Alejandra Reynoso Sánchez viene a poner la cereza en el pastel que los panistas deberán de paladear, pues además de contar con una extensa trayectoria partidista, cuenta con la experiencia de grandes batallas internas que, a golpe de pasión y entrega, le han permitido ocupar importantes cargos públicos, como el escaño en el Senado que ahora ejerce.
Pero independientemente del método y circunstancia política que oriente la elección de candidata, de concretarse el caso, en la persona de Alejandra Gutiérrez, Libia García y Alejandra Reynoso el PAN ha configurado un triduo de lujo y el estado tendrá una alternativa prometedora para continuar por el sendero del éxito y el progreso socio-económico, por lo que la que resulte designada deberá ensamblarse la armadura de Dios, que cual figura bíblica metafórica le deberá proteger de los terribles ataques del demonio avasallador, pero que asimismo requiere les cubra en el plano físico, en el psicológico, energético, emocional y ético, pues en lo espiritual representa la necesidad de desprenderse de todo lo falso de sí mismas para ofrecer a la sociedad una personalidad genuina, garante de las aspiraciones e ilusiones que el electorado espera de la muy cercana contienda externa del 2024.
Ahora, Dios dará a su mejor guerrera la peor de las batallas electorales, a velar armas.