Al mero estilo del residente de palacio nacional se alebresta el alcalde de cuevano pues pareciera que su equipo de asesores se levanta muy temprano para ver la mañanera y tomar nota de como seguir los pasos del hoy mandamás de las fuerzas federales.
Cada día que pasa el alcalde de cuevano se asemeja más a lo que su partido tanto critica, a un populista autoritario que divide al pueblo, pues analicemos la situación:
Ambos tienen hambre de poder y han buscado por años vivir del erario, aunque siempre defienden que tienen sus propios ingresos.
Ambos tienen limitaciones académicas y se puede ver en su historial escolar que tardaron bastante en titularse si es que están titulados.
Ambos son de oratoria limitada, poco vocabulario, misera articulación del discurso y utilizan palabras populacheras para esconder sus limitaciones.
Ambos gobiernan en su debida medida a base de ocurrencias y puntadas que vienen a su mente al despertar.
Ambos llenaron sus respectivos gabinetes de personas con curriculum vacío, familiares sin capacidad y ex funcionarios con un pasado en la administración pública bastante dudoso.
Ambos se dicen ser gente del pueblo, ser de barrio, pero sus lugares para vacacionar o los de sus hijos son poco alcanzables por un trabajador con salario mínimo.
Ambos utilizan la mala publicidad (dicen los expertos que no existe mala publicidad) para hacerse notar.
Ambos utilizan la antigua estrategia política de al pueblo pAN y circo para ganar likes en las redes sociales.
Ambos se contradicen todos los días con tal de ganar adeptos que los lleven al siguiente nivel, un día son católicos y al siguiente marchan por las calles con temas anticatólicos.
Ambos dividen critican al pueblo que está en su contra, uno los llama fifís y otros amargados.
Ambos descalifican instituciones o las critican cuando no funcionan para sus fines.
Podríamos seguir una larga lista de coincidencias en su actuar y tal vez interminable, pero aquí el punto es, que del residente de palacio ya se sabe y se sabía de hace mucho y no extraña nada que tenga su propio partido para hacer las tropelías que le vengan en gana.
Lo verdaderamente preocupante es el partido blanquiazul, que mientras un día y otro también sus lideres y legisladores federales se la pasan señalando, criticando y grillando las acciones del dueño de las mañaneras, no voltean o se hacen de la vista gorda con lo que tienen en casa, su propia versión populista, el ANlo de cuevano.